A los 22 años, Christina Phillips pesaba 300 kilos en su juventud. Su lucha contra la obesidad comenzó temprano, alcanzando los 130 kilos a los 12 años. Al mirar las fotos antes y después de su dramático viaje de pérdida de peso, es difícil creer que muestran a la misma persona, pero así es.
Los problemas de peso de Christina se originaron en la infancia, exacerbados por las frecuentes discusiones de sus padres, lo que la llevó a enfrentar el estrés mediante la sobreingesta de alimentos. En ese entonces, no había supervisión sobre la calidad o cantidad de lo que comía. A pesar de esto, tenía un novio comprensivo que pasaba por alto su peso.
No fue hasta los 18 años que Christina enfrentó serios problemas de salud, luchando para levantarse de la cama y casi dejando de caminar debido al intenso dolor en las piernas causado por su peso excesivo.
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La suerte le sonrió cuando se convirtió en participante del proyecto “Peso 300 kilos”, que completó con éxito. Su viaje para perder peso comenzó con una cirugía de bypass gástrico.
Dos años de ejercicio riguroso y dieta estricta ayudaron a Christina a perder asombrosos 250 kilos. El paso final involucró la eliminación de piel excesiva. Su transformación se completó cuando no solo recuperó su salud, sino que también se convirtió en madre de un bebé saludable poco después de perder peso.
Hoy en día, Christina Phillips es irreconocible respecto a su yo anterior, habiendo experimentado una notable transformación física y emocional.
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